En la industria local advierten que con el mismo monto se podrían haber construido 20 lanchas similares.
La gestión de la
ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, enfrenta nuevas críticas, esta vez
por la compra a Israel de cuatro lanchas para patrullar el río Paraná, una
operación que forma parte del entramado de apoyos políticos y empresarios
que la sostienen en el Gobierno.
La compra de cuatro
lanchas artilladas para equipar a la Prefectura se cerró durante la visita de
Bullrich a Israel, en noviembre. Allí, acordó con las máximas autoridades del
gobierno también la adquisición de sistemas de vigilancia de cruces fronterizos
terrestres, todo por 84 millones de dólares.
CUESTIONAMIENTO DE ARMADORES NACIONALES
Ahora, la Federación
de la Industria Naval Argentina (FINA) cuestionó fuertemente el gasto de 49
millones de dólares en las cuatro lanchas Shaldag (algo más de 12 millones cada
una), y advirtió que con ese monto en Argentina se podrían construir 20
lanchas, aunque sin el armamento que incluyen las israelíes (cañones de 25mm y
20 mm).
La FINA envió notas a
Patricia Bullrich, y al ministro de Producción, Francisco Cabrera, en las que
recuerda que a principios del año pasado había iniciado conversaciones para
equipar a la Prefectura con este tipo de embarcaciones. Como producto de ese
diálogo, la PNA llamó a licitación para comprar 3 embarcaciones pequeñas de
industria nacional que costaron 120 mil dólares cada una.
La nota de la FINA,
firmada por su presidente Juan Torresin, sostiene que "la industria naval argentina está en condiciones de proveer
las mismas lanchas con una marcada diferencia de precio, igual tecnología,
calidad y tiempo de entrega", lo que daría lugar a una reactivación de
los astilleros locales.
La asociación
empresaria también sostuvo que “resulta
inapropiado y desmesurado” dotar a esas lanchas con cañones de 25 mm, que
son considerados armamentos de guerra. También se objetó que no haya
transferencia de tecnología a la Argentina como se suele hacer en este tipo de
contratos entre estados.
Al respecto, según expertos en armas, usar un cañón de
25 mm en el río Paraná significa exponer a "un
enorme riesgo y daños colaterales a las poblaciones ribereñas". Otro
especialista también objetó el precio. Para comparar, contó que Brasil compró
lanchas artilladas PRF 40 blindadas a Colombia por “dos millones de dólares cada una”. Con los 49 millones de dólares
de las Shaldag, se podrían "haber
adquirido 24 lanchas blindadas a Colombia, de las cuales por lo menos 20 se
podían haber construido en el país", indicó el especialista.
AMIGOS DEL PASADO Y DEL PRESENTE
El trasfondo de esa
cuestionada compra es que Bullrich se sostiene en la Casa Rosada por el fuerte
respaldo que tiene de parte del Gobierno de Israel y del influyente empresario
Mario Montoto, que es nexo de la ministra con ese país.
Israel está muy
interesado en la provisión de tecnología militar a Argentina. Además de la
compra de las lanchas y los sistemas de vigilancia terrestres, el Gobierno de
Macri tendría en carpeta la compra de dos aviones espías, entre otras
operaciones.
Montoto es el dueño de
la empresa Codesur, dedicada a la provisión de equipamiento para las fuerzas
policiales, logística en seguridad y desarrollos tecnológicos para esa área. El
ex Montoneros tiene entre sus grandes socios comerciales a Israel y además es el
presidente de la Cámara de Comercio Argentino-Israelí. Durante la visita de
Bullrich a Israel, la ministra compartió una conferencia junto a Montoto, con
quien lo une una larga relación. El empresario gana cada vez más influencia en
el ministerio de Seguridad.